No tener certificado energético puede impedir la venta o alquiler
Para vender una vivienda es necesario recopilar una serie de documentos y hacer unos cuantos trámites y uno de ellos es el certificado energético. Este documento no es más que un indicador del nivel de energía que requiere un inmueble y acredita, además, cuán eficiente es una casa desde el punto de vista energético.
Es importante para el comprador, ya que este le puede informar de cuánta energía consume una propiedad y, por tanto, a cuánto puede ascender el coste de los suministros. Sin embargo, una duda recurrente entre los vendedores es la siguiente: ¿tener el certificado energético es obligatorio o recomendado?
El certificado de eficiencia energética es un documento obligatorio para vender un piso en toda España desde el año 2013. Este papel lo pedirá el notario a la hora de firmar la compraventa y, si no se tiene, se corre el riesgo de que no autorice la firma de la escritura.
Además, hay que tener en cuenta que la calificación energética también se necesitará para poner los anuncios de venta en los portales inmobiliarios. Aunque es común ver como muchos vendedores e inmobiliarias cuelgan anuncios en estas webs sin la calificación o especificando que esta se encuentra en trámite, lo cierto es que la Administración podría poner una multa por no mencionarla.
Así, tener el certificado energético no solo puede ayudar en la negociación con el comprador, sino que también evita la posibilidad de perder la venta o, incluso, de afrontar una penalización económica.
¿Cómo podemos obtener el certificado energético?
Para conseguir el certificado es necesario contratar los servicios de un técnico habilitado. Deberá visitar la vivienda para medir el consumo de energía y evaluar el estado de las instalaciones eléctricas. A partir de estos datos, el experto elaborará un informe que incluirá los resultados y una serie de mejoras que se pueden realizar en la casa para subir la calificación.
Este informe se deberá presentar ante el organismo respectivo de la comunidad autónoma correspondiente para obtener así la etiqueta de la vivienda, que es la que se tendrá que entregar al notario. Este documento no es más que una nota, que va de la letra A a la G, que indica cuán eficiente es la casa y que va acompañada del índice de prestación energética. Estos dos datos son los que se deberán indicar en los anuncios de venta de la casa.