Bajas las persianas o cierra las contraventanas en las horas de máximo calor, entre las 12 y las 16 horas, en las casas orientadas hacia el sur y el oeste. Con este simple gesto, podrás rebajar la temperatura hasta 6 grados. Si tienes que cambiar las ventanas, elige las de lamas de aluminio con aislante incorporado.
Protege las ventanas. Hasta un 30% del calor procede de ellas. Emplear persianas y toldos puede ayudar a bajar la temperatura interior de las casas unos cuantos grados.
Despliega los toldos antes de que el sol incida en la fachada y en las ventanas de tu casa, neutralizarás un 80% de la radiación solar y reducirás la temperatura unos 8 grados. Escoje toldo de color oscuro, mucho más efectivo que los claros, con faldón y que queden guardados en una caja metálica al recogerse.
Ventila al amanecer y al anochecer para que entre el aire nuevo y salga el aire recalentado. Crea corrientes de aire si tu casa da a dos fachadas y elige visillos finos para dejar pasar el aire sin perder intimidad. Riega al anochecer la terraza, balcón o patio; en el suelo se acumula el calor y así lo refrescarás.
Coloca cortinas de tejidos opacos y vaporízalas un poco con agua.
Ventilación cruzada. Cuando la temperatura exterior sea uno dos grados inferior a la de dentro, abre las ventanas y crearás una corriente entre fachadas opuestas: la mejor refrigeración pasiva posible.